Uno de cada cuatro jóvenes es indigente en Argentina
En los últimos seis meses, Argentina ha enfrentado un preocupante incremento en los índices de indigencia, especialmente entre la población joven, según un relevamiento realizado por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Este estudio, llevado a cabo por el Centro de Estudios para la Recuperación Argentina (Centro RA), revela cifras alarmantes que reflejan una situación […]
En los últimos seis meses, Argentina ha enfrentado un preocupante incremento en los índices de indigencia, especialmente entre la población joven, según un relevamiento realizado por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Este estudio, llevado a cabo por el Centro de Estudios para la Recuperación Argentina (Centro RA), revela cifras alarmantes que reflejan una situación de crisis social creciente.
Según este informe, la indigencia entre los jóvenes de 14 a 29 años ha alcanzado un preocupante 24.5%, lo que representa un aumento significativo respecto a mediciones previas. Este dato es especialmente inquietante porque indica que aproximadamente una cuarta parte de la juventud en Argentina no cuenta con los recursos suficientes para cubrir sus necesidades básicas diarias, incluyendo la alimentación adecuada.
La metodología utilizada se basa en datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH-INDEC), proporcionando así una radiografía precisa de la situación económica de este grupo etario. Este segmento de la población, que constituye el 24.5% del total nacional, enfrenta condiciones de vida cada vez más precarias, exacerbadas en los últimos meses.
Género y desigualdad
El estudio también destaca una marcada disparidad de género en términos de empleo y pobreza. Durante la pandemia, las mujeres jóvenes experimentaron una brecha significativa en las tasas de empleo, con una representación desproporcionadamente menor en comparación con los hombres. Aunque se observa una ligera mejora desde entonces, la situación continúa siendo preocupante, con una relación de 1.51 hombres empleados por cada mujer empleada en el primer cuatrimestre de este año.
En cuanto a la pobreza, el 62% de la juventud se ve afectado, lo que representa un aumento de 7 puntos porcentuales respecto al indicador general para el conjunto de la población. Esta disparidad refleja no solo problemas económicos estructurales, sino también desafíos significativos en términos de igualdad de oportunidades para las nuevas generaciones.
Contexto político y social
Estos indicadores socioeconómicos surgen en un contexto político marcado por diez meses de gobierno bajo la administración de Milei. Este período se ha caracterizado por políticas de ajuste que han impactado duramente en todos los sectores de la sociedad argentina. El malestar social expresado en las recientes protestas estudiantiles a lo largo y ancho del país puede entenderse, en parte, como una respuesta directa a estas condiciones económicas adversas que afectan especialmente a los jóvenes.
El aumento en los niveles de indigencia y pobreza entre la juventud argentina es más que una estadística preocupante. Representa una crisis humanitaria que requiere atención urgente y políticas públicas efectivas. Es crucial que el gobierno y los sectores responsables no solo reconozcan estos problemas, sino que también actúen de manera decisiva para revertir esta tendencia.
En conclusión, el informe de la UBA y el Centro RA subraya la necesidad imperiosa de abordar las desigualdades estructurales que perpetúan la exclusión y el sufrimiento en amplios sectores de la población joven en Argentina.
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